Uno de los puntos débiles de la educación peruana es la baja comprensión lectora, a tal punto que el Perú, a pesar de las mejoras en los resultados, se mantiene en los últimos lugares, en pruebas internacionales como la del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiante (PISA). En este contexto, mejorar la adquisición de esta competencia es un importante desafío para el Estado. El estudio apoyado por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) y el proyecto FORGE, implementado por GRADE con fondos del Gobierno de Canadá:  “Identificación de predictores del desempeño en la comprensión de textos orales y escritos”, desarrollado por Andrea Junyent*, investiga los factores que explican la comprensión lectora en los niños peruanos.   

El lenguaje de un niño se desarrolla desde el inicio de su vida. Poco a poco es capaz de comprender lo que escucha, hasta entender cuentos, historias, anécdotas, que le son narrados o leídos. Con el tiempo, el niño se apropia de los textos escritos. Con la lecto-escritura se le abren otras puertas al mundo de la literatura, de las ciencias, entre otros. La comprensión lectora no consiste solo en descifrar las palabras y frases. Comprender un texto es interpretar lo leído y darle sentido. Esta habilidad se apoya en las capacidades asociadas a la comprensión oral, adquiridas desde el inicio del desarrollo lingüístico. La comprensión lectora es el puente para el conocimiento: un niño que desarrolla adecuadamente su capacidad de entender lo que lee es un niño para el cual no existen obstáculos en el acceso a la información.

Hasta el momento, se sabe que la comprensión lectora de los niños peruanos es baja y, sobre todo, muy variada. Hay niños cuya comprensión es buena, pero hay otros que, por diferentes factores, no logran desarrollar su potencial. La comprensión lectora de los niños peruanos es un claro reflejo de la desigualdad de oportunidades y es, en gran parte, el inicio de las brechas que se busca ir cerrando con la educación pública. Para mejorar la comprensión lectora, especialmente la de los niños en riesgo, es necesario identificar los factores que la explican en el tiempo. Junyent, doctora en Psicología del Desarrollo, tras examinar una selección de datos de la base de Niños del Milenio como la lectura compartida -, ha hallado que la comprensión lectora se explica con el nivel del vocabulario que los niños tenían antes de aprender a leer y escribir y la comprensión que tienen de las historias que les leen.

Los hallazgos del estudio en detalle

La autora luego de evaluar las relaciones entre las características y oportunidades de desarrollo de los niños y sus habilidades lingüísticas (vocabulario, comprensión oral y comprensión lectora), encontró lo siguiente. En primer lugar, la habilidad de los niños de 7 años de comprender las historias que leen se explica con su nivel de vocabulario cuando tenían 5 años y de su comprensión de las historias que les leían. En segundo lugar, el vocabulario de los niños depende de su desarrollo cognitivo, así como del lugar de residencia y estatus socioeconómico de sus familias, entre otros. Finalmente, los niños residentes en zonas rurales conforman el grupo a riesgo de desarrollar un vocabulario insuficiente para lograr una buena comprensión lectora.

Estos resultados, afirma Junyent, ofrecen evidencia de que mejorar el vocabulario de los niños a los 5 años y su comprensión de las historias que les leen significará aumentar las probabilidades de que tengan una buena comprensión lectora a los 7 años. Estos resultados, interpretados a la luz de los hallazgos científicos sobre el desarrollo de las habilidades lingüísticas, sugieren que la exposición temprana a prácticas de literacidad (situaciones en las que se emplean la lectura o la escritura con un fin específico como conocer una historia, transmitir un mito, argumentar una posición, etc.) tendrá un efecto dominó sobre el vocabulario y la futura comprensión lectora de los niños.

Un ejemplo perfecto de práctica de literacidad es la lectura compartida, durante la cual el adulto sirve de mediador entre el niño y la lengua escrita y en la que ambos, interactuando, crean una situación que potencia todas las habilidades lingüísticas. Estas situaciones ofrecen oportunidades riquísimas para trascender el texto y explorar mundos creados por el adulto y el niño, a la par que se potencia el vocabulario y todas aquellas estrategias que le permiten entender una historia y que luego serán transferidas a la comprensión de los textos que el niño lea directamente.

Recomendaciones de política

A partir de los resultados, Junyent hace dos recomendaciones de política: (i) desarrollar programas orientados a mejorar las condiciones de vida de los niños, especialmente los de zonas rurales; e (ii) intervenir tempranamente a través de las prácticas de literacidad, para mejorar el vocabulario y la comprensión de historias que les son leídas a los niños, y así sentar bases sólidas para una apropiada comprensión lectora en la etapa escolar, con prioridad para los grupos vulnerables. 

En relación a la primera recomendación, los programas estatales creados para mejorar la nutrición de los niños y aliviar la situación de las familias más pobres tendrían como efecto indirecto crear las condiciones para un desarrollo lingüístico comunicativo pleno. Asegurar estas condiciones contribuye a que los niños en situación de desventaja puedan tener un mejor vocabulario y una mejor comprensión lectora.  

La segunda recomendación apunta a la intervención temprana, que puede ser realizada por la familia o los docentes de Educación Inicial. El Ministerio de Educación enfrenta el desafío de mejorar la comprensión lectora, para lo cual ha puesto en práctica diferentes estrategias exitosas. Sin embargo, el camino por recorrer aún es largo; los resultados de Junyent sugieren que se alcanzará un mayor éxito si, en Educación Inicial, se desarrollan prácticas de literacidad – como la lectura compartida – para potenciar el vocabulario de los niños, su comprensión de las historias que les leen y, así, su comprensión lectora cuando estarán en Primaria.

Los aportes desde la academia no se detiene, Junyent quien actualmente es miembro del Grupo de Investigación en Adquisición del Lenguaje (GRIAL) de la PUCP vienen desarrollando un nuevo estudio, enfocado en la comprensión lectora, en castellano, de los niños hablantes de quechua. Esperamos con entusiasmo sus hallazgos.


(Artículo editado por el CIES para Poder es Saber de La Mula)

* Junyent es lingüista, magíster en Trastornos del Lenguaje y PhD en Psicología del Desarrollo. Ha sido investigadora en el Departamento de Psicología en la Universidad de Padua, en el área de Neurociencias de la Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati y la Universidad Católica. Este artículo es una versión resumida de su estudio, desarrollado en el marco del Concurso de Investigación en Educación del CIES y GRADE, a través del Proyecto Fortalecimiento de la Gestión de la Educación en el Perú (FORGE).