Escriben: Irene Wöbke y Jesús Vela (Lima Cómo Vamos)


Como sociedad, somos responsables de brindarles a nuestros hijos lugares seguros para el desarrollo de sus estudios. En situaciones de post-desastre, los colegios pueden convertirse en puntos importantes de refugio, reunión y distribución de alimentos o bienes. Hace unos días, hemos visto el colapso de un colegio en un terremoto de la magnitud de 7.1 ocurrido en México, del cual hasta el momento se reportan 26 víctimas mortales.1 En los días posteriores a dicha tragedia, se dio a conocer que una serie de irregularidades en la construcción del colegio podrían haber provocado el fatal desenlace.2 Estando advertidos del riesgo que enfrentamos a vivir un terremoto de una magnitud probablemente aún mayor en Lima, nos planteamos la pregunta ¿qué tan seguros son para nuestros hijos los colegios limeños en casos de sismos? 

La historia de los colegios de Lima es la historia de la, ya muchas veces discutida, informalidad del desarrollo urbano de la ciudad: un crecimiento generado por la necesidad del momento y caracterizado muchas veces por la ausencia de normas y estándares. En este proceso, no todas los colegios públicos han sido construidas por el Estado y según las normas constructivas vigentes entonces. Incluso hoy muchas de ellas no cuentan con el saneamiento físico legal y el Estado no puede intervenir en el mejoramiento de las construcciones porque el terreno sobre el cual se construyó el colegio no le pertenece. 

Sin embargo, necesitamos criterios comunes para garantizar la seguridad de nuestros hijos en todos los colegios. Así por ejemplo en febrero del año 2015 el Ministerio de Educación dio a conocer que uno de cada diez colegios en Lima debe ser reconstruido por ser evaluado de encontrarse en alto riesgo.3 Para el año 2016, el Censo Escolar del MINEDU indica que solo 31.7 % de los colegios públicos de Lima Metropolitana y 38.7 % de los colegios públicos en el Callao se encuentran en buen estado. Así 39 % de los colegios públicos de Lima y 41.1 % de los colegios públicos del Callao requieren mantenimiento, 22.7% de Lima y 14.6% del Callao requieren de reparación parcial y un 6.6 % de los colegios de Lima Metropolitana y 5.5% de los colegios del Callao requería reparación total4. El VII Informe de percepción sobre calidad de vida de Lima Como Vamos del año 2016 revela que el 15 % de los encuestados en Lima Metropolitana y el 9.5 % de los encuestados del Callao considera la falta de locales e infraestructura adecuados es el principal problema que enfrenta la educación en la ciudad. En los estratos socioeconómicos D/E está cifra es aún más alta: 20% en Lima Metropolitana y 11.43 % en Callao lo indican como el problema principal en educación.5Hace pocos días, el nuevo Ministro de Educación, Idel Vexler, anunció el trabajo en un fondo inicial de unos 150 millones de soles para obras de mantenimiento preventivo en los colegios que se encuentran en riesgo.6 El problema no es nuevo y ya hay varias instancias de instituciones públicas trabajando el tema de GRD en los colegios. 

¿Cuáles son las instancias responsables para la prevención de riesgos ante un sismo para los colegios de Lima?

Existen diferentes instancias encargadas de la prevención de riesgos en los colegios limeños. Para entender cuáles son las instancias responsables para el funcionamiento de la GRD en el sector de Educación, podemos ordenarnos en dos niveles:

El primero es el diseño de los procesos de la GRD. Estos son conducidos y supervisados por la Oficina de Defensa Nacional y de Gestión del Riesgo de Desastres (ODENAGED) del Ministerio de Educación e implementados mediante el Programa Presupuestal 0068 Reducción de la Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres (PREVAED 0068) – Escuela Segura.

El segundo nivel es la aplicación de dichos procesos dentro de cada una de las instancias de gestión educativa descentralizadas. Aquí encontraremos a las Direcciones Regionales de Educación (DRE), las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL), que también gestionan sus acciones a través del PREVAED, y las mismas instituciones educativas. Existen coordinadores PREVAED en el nivel nacional, regional y local.7 En algunos casos, también se involucran los Gobiernos Locales, asumiendo la función de supervisión de la infraestructura educativa. Las oficinas descentralizadas de la INDECI encargados de la Defensa Civil y ubicados dentro de los gobiernos locales dan las licencias de funcionamiento para las instituciones educativas.

La Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana del Ministerio de Educación (DRELM) y las UGEL limeñas articulan acciones para atender a las instituciones educativas mediante el fortalecimiento de las capacidades y la generación de recursos necesarios para la preparación, la respuesta y la rehabilitación frente a una emergencia con el mejor uso posible de los recursos disponibles. Su base de trabajo son las condiciones que encuentran en cada institución educativa, no la inversión en infraestructura, ya no se encuentra dentro de sus responsabilidades. Entre las funciones de la DRELM, relacionadas a la GRD, está supervisar y evaluar las acciones implementadas y también puede proponer proyectos de inversión de infraestructura.8 Cada uno de los colegios limeños, desde San Bartolo hasta Puente Piedra, juega también, un rol propio y fundamental a través de 4 cuestiones concretas que realizan año a año:

1) Elaboran planes mediante los cuales analizan las vulnerabilidades de su colegio y proponen soluciones (planes de GRD) y planes en los que especifican cómo actuará la comunidad educativa durante y después de una emergencia (planes de contingencia).

2) Acondicionan el Centro de Operaciones de Emergencias, el cual es un espacio para el procesamiento e intercambio de información en situaciones de emergencia.

3) Reúnen y organizan a sus docentes en la comisión de GRD, el cual consta de brigadas, cada una de las cuáles tiene roles para actuar ante una emergencia.

4) Organizan y participan en los simulacros escolares programados por INDECI o MINEDU.

En paralelo a estas acciones, un factor fundamental es la construcción misma de nuevos colegios y su equipamiento. Los directores reciben transferencias para el mantenimiento preventivo en sus instalaciones.9 Sin embargo, las inversiones más grandes para el mejoramiento o la reconstrucción de colegios en riesgo son, gestionadas desde el nivel nacional a través del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED)1011.

La organización e implementación de la prevención de riesgos en los colegios ante un sismo fuerte - tanto como ante otros riesgos de origen natural o humano - es un proceso de largo aliento que requiere el esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados. Desde las diferentes instancias se viene realizando un trabajo valioso para asegurar las mejores condiciones de seguridad en nuestros colegios. Considerando la gran cantidad de involucrados y una aparente centralización de funciones importantes en la (re)construcción, la asignación de tareas y presupuestos en las diferentes instituciones, una buena coordinación con el fin de unir fuerzas y el evitar la duplicidad de funciones son retos importantes de todos los implicados para asegurar que los avances se puedan dar con eficiencia y prontitud.


Foto: Colegio en San Juan de Miraflores. Irene Wöbke


Notas de pie de página: